Esquema compositivo del Altar Mayor de la Iglesia Parroquial de Xixona

El Altar Mayor de la Iglesia Parroquial de Xixona está concebido con un gran relieve en el que se combinan el alto y el bajorrelieve.

La imagen central está dedicada a Nuestra Señora de la Asunción, titular de la iglesia que se encamina hacia el cielo. Está realizada en bronce en alto relieve y posee unos 3 metros de altura. Acompañándola en su ascensión se encuentran a sus pies dos ángeles realizados en alto relieve y en bronce.

Rodeando a esta imagen se halla una veintena de figuras de unos dos metros de altura esculpidas en piedra caliza cordobesa en bajorrelieve que desarrollan el tema de la Redención.

El mármol se empleó para el zócalo, las dos molduras que rodean el conjunto y la mesa de altar, el ambón, la credencia, la sede para los oficiantes y el piso.

Boceto del Altar Mayor de la Iglesia Parroquial de Xixona obra de Octavi Vicent

El boceto sería realizado primero en barro, para ser vaciado en cera y pasado luego a escayola. Este boceto fue presentado a la Junta Pro Restauración del Templo Parroquial en el verano de 1972 para que diera su visto bueno.

Los números del retablo son impresionantes: diecisiete metros de altura por nueve de ancho y un peso aproximado de cincuenta toneladas de piedra caliza. Para poder cumplir con este inmenso proyecto el escultor tuvo que habilitar un estudio en Moncada. Este proyecto suponía un reto para Octavio Vicent, puesto que era el primer altar que realizaba y sin duda fue el más destacado de los que llegó a esculpir.

Altar Mayor de la Iglesia Parroquial de Xixona

El altar se distribuye en seis casetones que pretenden mostrar los momentos estelares de la Historia de la Salvación humana, desde la expulsión del Paraíso Terrenal hasta la formación de la comunidad eclesial.

Su composición está definida por dos frisos que ocupan la mitad inferior de la superficie creando una continuidad narrativa. Su interpretación se desarrolla en sentido horizontal desde la tierra, zona inferior; hasta los cielos, zona superior, con un orden espacial de izquierda a derecha.

Expulsión de Adán y Eva del Paraiso

La expulsión de Adán y Eva del Paraíso constituye la primera escena que se sitúa en la esquina inferior izquierda del espectador. Las tres figuras se disponen de forma frontal. Se observa un contraste entre el fondo no trabajado donde se contempla la caliza y el perfecto pulido de las figuras. Adán constituye el centro de la composición, quien con su mano izquierda oculta su rostro al estar completamente avergonzado. A la izquierda del espectador el ángel eleva su mano izquierda señalando el camino de la expulsión mientras con la derecha sujeta una espada de fuego para remarcar su decisión. Cierra la composición a la derecha la figura de Eva, quien cubre sus partes sexuales con sus manos. Concluye el conjunto la serpiente enroscada sobre el árbol del paraíso.

El pueblo creyente

El friso inferior se completa con la escena del pueblo creyente de Dios. Escultóricamente observamos que las ocho figuras que conforman esta composición sobresalen literalmente sobre la piedra caliza sin tratar. El protagonista se encuentra a la izquierda del espectador, un sacerdote vestido con casulla y con su mano derecha apuntando al cielo, recordando la iconografía de San Vicente Mártir, patrón de Valencia y la mirada perdida. Le sigue a continuación un grupo de tres figuras que podrían evocar a la Sagrada Familia con una madre con su niño en brazos acompañada de un hombre, que bien podría ser por su vestimenta un carpintero. Arrodillado, pero mirando fijamente al sacerdote, se sitúa una figura masculina que sujeta con la mano izquierda una azada y con la derecha un sombrero de cáñamo, muy bien pudiera representar a un labrador valenciano. Cierra el conjunto a la derecha del espectador una madre conversando distraídamente con su hija

Entre las dos escenas de este friso inferior aparece la firma del autor con letras mayúsculas: OCTAVIO VICENT.

Los apóstoles contemplación el sepulcro de laVirgen

Encima de estas escenas encontramos un segundo friso que escenifica la contemplación de los Doce Apóstoles del sepulcro vacío de la Virgen.  Esta escena fue realizada mediante dos bloques que fueron unidos en su disposición sobre el altar. La integran un total de doce figuras trabajadas mediante el medio y bajo relieve socavado. Este friso compositivamente se divide en tres secciones. El centro lo forma el sepulcro vacío de la Virgen sobre el que tres apóstoles, dos de ellos arrodillados, miran en su interior. Tanto a derecha e izquierda de esta composición se hallan el resto de apóstoles distribuidos en dos grupos. La mayoría de estos apóstoles dirigen su mirada hacia la escena principal del retablo, formada por la Virgen María en la Gloria Celestial, que se dispone en sentido vertical sobre el sepulcro y unida con este mediante los rayos de luz proveniente del Espíritu Santo.

Asunció de la Virgen

La figura de la Virgen, de unos 3m de altura, está realizada en bronce al igual que los dos ángeles que la acompaña y la paloma, representación del Espíritu Santo. Se representa el Misterio de la Asunción de María que fue aprobado como dogma por Pio XII el 1 de noviembre de 1950: “Que la Inmaculada Madre de Dios, siempre Virgen María, cumplido el curso de su vida terrestre, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial en donde ella participa ya en la gloria de la resurrección de su Hijo” (CIC,974).

La Asunción de la Virgen supone el paso de la condición terrena a la celestial unida al cuerpo espiritual y glorioso de su Hijo. Consistiría en una especie de anamorfosis, por ello si nos fijamos bien descubrimos que dentro del regazo de María se observa la figura de Jesús, incluso los pies de la virgen son en realidad los de su Hijo. 

María en su ascensión a los cielos está flanqueada en su parte inferior por dos Ángeles en actitud de adoración. La disposición de la figura de la Virgen está sumamente pensada; puesto que al abrir sus brazos simboliza tanto su entrega al mundo celestial como su papel como mediadora entre el cielo y la tierra. Se une por tanto, la doble idea de la Asunción y de la Redención.

El retablo se cierra en forma de arco de medio punto, en cuya clave se halla la figura del Espíritu Santo y a la izquierda del espectador, el Hijo y a la derecha, el Padre. El esquema compositivo es claramente renacentista al describir un triángulo equilátero.  Acompañan a la Santísima Trinidad en sus extremos dos parejas de ángeles en actitud de rezo.

Completando el espacio lateral que deja la ascensión al cielo de la Virgen se han esculpido dos escenas de la vida de María en casetones rehundidos. A la izquierda una Anunciación, en la que aparece la virgen sentada, sujetando con su mano izquierda un misal y con la derecha apoyada en el pecho. Su mirada se encuentra perdida, quizá extasiada manifestando una gran quietud fruto de haber recibido la extraordinaria noticia de que será la madre de Cristo. El ángel Gabriel aparece de pie a su derecha con cara de satisfacción después de dar la buena nueva.  

La Piedad

A la derecha del espectador se halla la Piedad, inspirada compositivamente en la Pietá de Miquel Ángel, a la que se ha unido en el fondo en bajorrelieve la cruz con la inscripción INRI y la Sábana Santa para situar la escena en el marco geográfico del Calvario momentos después del fallecimiento de Jesucristo. La investigadora Beatriz Vázquez VAZQUEZ; Beatriz (2017:651) nos recuerda que con anterioridad, en 1965, realizó una talla para el Paso Procesional de Nuestra Señora de la Piedad en la Iglesia de San José de los Padres Carmelitas de Burriana, que presenta las mismas características formales.

Esta es la narración del alta mayor de la Iglesia Parroquial de Xixona que tras el incendio de 1971 https://bgarrigos07.wordpress.com/2024/05/20/el-4-doctubre-de-1971-incendio-en-la-iglesia-deu-provira/del anterior barroco fue realizado por el escultor Octavio Vicent. Un retablo que supuso un esfuerzo inmenso para el escultor al durar las tareas de reconstrucción desde 11 de noviembre de 1971 hasta el 15 de agosto de 1979. https://bgarrigos07.wordpress.com/2024/06/02/la-reconstruccion-de-la-iglesia-de-xixona-tras-el-incendio-de-1971/Un retablo de estilo contemporáneo, aunque siguiendo el estilo figurativo que, aunque han pasado más de cincuenta años de su colocación, sigue dando que hablar.

Bernardo Garrigós Sirvent, cronista oficial de Xixona.

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